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Muchos pacientes acuden a consulta porque un diente o un par de dientes tienen un tono más amarillo que el resto. Suele ser habitual en incisivos centrales superiores.
Estéticamente el paciente se siente acomplejado, no quiere sonreír.

La causa es, en la mayoría de los casos, una necrosis del diente que se ha vuelto amarillo. La necrosis puede deberse a un tratamiento de conductos que ya se ha realizado hace años; a un trauma en dicha pieza, un golpe que se llevó el paciente hace muchos años y que prácticamente no recordaba; o a ambos: un golpe, que provocó que se tuviera que realizar el tratamiento de conductos.

La solución para este tipo de dientes es el blanqueamiento interno → Proceso mediante el cual conseguimos aclarar el tono de un solo diente o grupo de dientes.
No se realiza por fuera del diente, sino desde dentro. No requiere lámpara de blanqueamiento. Sólo un agente blanqueante.
Para realizar el procedimiento es necesario que el o los diente/s a blanquear estén endodonciados, con el tratamiento de conductos realizado.

Una vez hecha la endodoncia, sellamos bien el ápice del diente, retiramos gutapercha del conducto e introducimos el agente blanqueador. Sellamos la cavidad con un cemento provisional y esperamos una semana.
El agente blanqueador va blanqueando el diente desde dentro. Raíz y corona dentaria, todo.

A la semana chequeamos el color, observamos si ya está parejo con los dientes adyacentes y si el paciente está conforme. Si necesitase bajar el tono más, repetimos el procediemiento y esperamos una semana más.

Una vez conseguido el color deseado se obtura definitivo el diente y a volver a sonreír!!!

Si tienes dudas, ven a consultarnos.
Clínica Jiménez&Seoane

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